C.E.I.P. Sacratif

En el mes de enero se volvió a convocar el II Concurso escolar literario y de dibujo “Araceli Morales”. Con este concurso se quiere recordar a nuestra compañera que fue víctima de la violencia de género y a la que siempre llevaremos en nuestros corazones.
El pasado 8 de marzo se entregaron los premios a los ganadores en el CEIP Reina Fabiola. Este año, entre los ganadores, se encuentra un alumno de nuestro colegio, Alejandro Padilla Chérrez. Ha sido primer premio en la modalidad de microrrelato que era la que debían realizar los alumnos de secundaria.
A Alejandro, como premio, le regalaron una tablet. Pero el mejor regalo para él es el haber participado en este concurso. En su microrrelato expresa lo que piensa y siente sobre el tema de la violencia de género.
Aquí podéis leer el relato de Alejandro, además de otros relatos que también, por su calidad, podrían haber sido ganadores.

PAPÁ

El día que te conocí, me dijo mamá que antes eras alegre y divertido. Desde que yo nací no. Tú querías un niño y la tomaste con nosotros y cada dos por tres venías borracho. Te liabas a golpes y nos dejabas rosas violetas en las mejillas. No sabíamos qué hacer.
La abuela comentaba que lo mejor era llamar al 016. A mamá le dolía el alma, no por los golpes que ella recibía sino por los que recibía yo.
La vida le ha cambiado, se pasa el día llorando y abrazándome. Esperábamos que cambiases. Aunque yo creo que no. Por eso si no llama, lo haré en cuanto me levante.
Alejandro Padilla Cherréz

EL DÍA QUE TE CONOCÍ
El día que te conocí me dijiste que me querrías eternamente, que me darías todo el amor del mundo, que me protegerías siempre que fuera necesario, que sería la madre de tus hijos, que no permitirías que nada ni nadie me hiciera daño.
El día que te conocía me hiciste miles de promesas y yo creí cada una de ellas.
El día que te conocí no me hablaste de las mentiras, de los insultos, del desprecio. Aquel día no dijiste nada de los gritos a media noche, de las amenazas cotidianas sin justificación, del llanto y del dolor que han llenado mi vida desde entonces.
Adela Calero Díaz
¡SE ACABÓ!
El día que te conocí pensé que eras un buen hombre. Mi cabeza grita desesperada. ¡Basta ya! No quiere seguir así. Lleva tiempo susurrándome que me vaya.
Hoy el vaso se ha derramado, me ha levantado la mano. No le era suficiente con humillarme. No.
Hoy se ha escrito el punto y final de nuestra relación. Tenía que haberme ido mucho antes, no debí aguantar tanto con él.
Cuando cruzo la puerta por última vez, una mezcla de sentimientos recorre mi interior: miedo por lo que me deparará ahora la vida y una sensación de alivio por poder salir de ese sitio al que llamaba hogar.
Raúl Barros Rubiño.